Cualquier persona, cuando tiene un problema relacionado con el mundo del Derecho, busca la tranquilidad de poder descansar en alguien de confianza que:
AYUDE A SOLVENTAR EL PROBLEMA
Evidentemente el motivo por el que se acude a un abogado es porque tenemos un problema que necesita solución. Encontrar la solución más favorable es el centro de mi trabajo y lo que me mueve y motiva,
EXPLIQUE DE MANERA COMPRENSIBLE LA SITUACIÓN Y SU SOLUCIÓN
la mejor forma de sobrellevar un problema es entender lo que se está pasando, y eso no siempre ocurre con los problemas jurídicos. No solo por la terminología que se utiliza en el ámbito jurídico (juzgados, notarías, registros, Administración en general o intervenciones policiales, por poner algún ejemplo) sino también, y esto es más difícil, por la diferente forma en que los juzgados y demás operadores jurídicos interpretan la realidad, que no siempre coincide con la forma en que la interpretamos los justiciables y menos cuando ese problema nos afecta directamente, me esfuerzo en que mis clientes entiendan el problema y comprendan las expectativas que razonablemente tenemos,
LO QUE QUEDA POR DELANTE
los plazos en los juzgados son tan dilatados que es conveniente que alguien nos explique a qué nos enfrentamos en términos de tiempo y qué hasta cuándo tendremos que esperar para que se resuelva nuestro problema, y
LA SEGURIDAD DE ESTAR EN BUENAS MANOS
primero el cliente traslada la problemática al despacho y después encuentra la tranquilidad de ver que ha sido comprendido, que el despacho ha recepcionado el problema y le ha devuelto y explicado el camino que vamos a recorrer juntos. Esto puede requerir el estudio del problema antes de trasladar la estrategia jurídica o procesal para su solución.
Nuestro rasgo distintivo es la preocupación por el problema personal
Javier Bernalte da un asesoramiento jurídico generalizado, analizando los asuntos que traen los clientes para enfocar el mismo desde todas las perspectivas posibles, tomando en consideración y en profundidad la parte técnica, desde la que se parte en el trabajo, pero sin olvidar que los problemas son personales y que la vertiente emocional de la solución tiene que ser tenida en cuenta para que la satisfacción del cliente sea total.
Si la solución no se encuentra dentro de nuestra oferta de servicios, los largos años de experiencia en el ejercicio de la profesión y colaboración recíproca con otros compañeros, me permiten derivar a los clientes a otros despachos con quienes compartimos filosofía en la forma de trabajar, de atender al público y de preocuparnos por el cliente.